Las
vacaciones de verano han llegado a su fin dejando paso a un nuevo curso
escolar y laboral. Es un momento de vuelta a las rutinas, un cambio
complicado para niños/as y padres.
Si
para los padres es duro volver al trabajo después de haber
desconectado, de haber disfrutado de días de descanso, de amigos y de
viajes, para los niños no es menos el trago de volver al cole.
Volver
a la rutina diaria supone restaurar horarios, reanudar rutinas de
alimentación, afrontar obligaciones de tareas escolares etc. La
readaptación a este cambio es un proceso que dura aproximadamente una
semana si el ambiente familiar y escolar es el adecuado, ya que depende
de la actitud de los educadores y padres.
Para
que el proceso de cambio sea lo más natural posible hay que transmitir a
los niños/s ilusión por el nuevo curso, por el reencuentro de los
compañeros, por estrenar nuevo material, conocer nuevos profesores … y
unir a esto mucha paciencia y comprensión por parte de los padres, que
si nos ponemos en la piel del niño podemos entender perfectamente lo
duro que puede ser la vuelta a la rutina.
Tras
el periodo de vacaciones en el que los niños y padres han estado más
relajados, sonará el primer despertador y dará comienzo al nuevo curso y
con ello los madrugones, los estreses para llegar pronto, las horas de
clase, los deberes etc… ufff… toda una bofetada de realidad a la que hay
que hacer frente. Si previamente hemos hecho un buen trabajo de
motivación e intentamos mostrarnos ilusionados y tranquilos ayudaremos a
que los primeros días será más llevaderos, es normal que el cambio
provoque algunas alteraciones en el estado de ánimo de los pequeños, a
lo que tenemos que estar preparados y mostrar en todo momento una
actitud positiva.
Por
todo esto, los padres debemos hablar con nuestros hijos acerca de la
nueva situación transmitirles confianza, pedirles su colaboración y su
comprensión, y demostrarles lo seguros y tranquilos que estamos de que
ellos se vayan al colegio. Es necesario destacarles los cambios positivos y participar con ellos en todo el proceso, es decir, comprar los libros y forrarlos con ellos, ordenar la ropa o el uniforme y acompañarles al colegio, por lo menos, durante la primera semana.
En
resumen, que los padres hablen con sus hijos de sus capacidades,
ilusiones, habilidades y expectativas hacia esta nueva etapa,
contribuirá a que los niños se sientan arropados y capacitados para
salir adelante ante las dificultades que se les puedan presentar,
fomentando así su autoestima.
Feliz vuelta al cole!!!.
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